La forma de administración de un fármaco puede influenciar en su acción en el cuerpo. La forma del fármaco y la dosis también son importantes. Algunas tabletas y cápsulas son muy largas para ser absorbidas con facilidad por pacientes enfermos. Una solución oral puede ser sustituida, pero produciría más altos niveles del fármaco que una tableta porque el líquido es más fácil de absorber y se absorbe completamente. Cuando un medicamento potencialmente tóxico (como digoxina) es administrada, el aumento de su absorción puede causar toxicidad.
Las rutas de administración no son intercambiables. Por ejemplo, el diazepam es fácilmente absorbido por vía oral pero su absorción es lenta y errática por vía I.M. Por otra parte, la gentamicina debe ser administrada parenteralmente porque la administración oral resulta muy baja en los niveles del medicamento para infecciones sistemáticas.
El almacenamiento incorrecto puede alterar la potencia del fármaco. Se deben almacenar en contenedores protegidos de la luz directa, y de las temperaturas y humedad extremas, ya que pueden deteriorarlos. Algunos medicamentos requieren condiciones especiales de almacenamiento, como la refrigeración.
La sincronización de la administración del fármaco puede ser importante. A vec es, administrarlo por vía oral durante o poco tiempo después de una comida puede reducir la cantidad de su absorción. En la mayoría de los fármacos, esto no es significante y puede ser incluso deseable con medicamentos irritante como la aspirina. Pero las penicilinas y tetraciclinas no deberían ser tomadas a la hora de comer porque ciertos alimentos pueden inactivarlos.