La interacción ocurre cuando un fármaco es dado con o poco después de otro fármaco lo cual altera el efecto de uno o de ambos fármacos.
La terapia de combinación está basada en la interacción del fármaco. Un fármaco puede ser administrado para complementar los efectos de otro. El probenecid, que bloquea la excreción de la penicilina, a veces es dado con penicilina para mantener un adecuado nivel de penicilina por un largo tiempo. En muchos casos, dos fármacos con acciones similares son administrados juntos precisamente debido al efecto aditivo. Por ejemplo, la aspirina y la codeína son comúnmente administradas en combinación porque juntas proveen un mayor alivio del dolor que si son administradas solas.
Las interacciones del fármaco a veces son usadas para prevenir o contrariar ciertas reacciones adversas. Los diuréticos hidroclorotiazida y espironolactona son a menudo administrados juntos porque el anterior es el agotador del potasio y el posterior es el ahorrador del potasio.
Un ejemplo de la disminución de la eficacia ocurre cuando la tetraciclina es administrada con fármacos o alimentos que contienen calcio o magnesio (como antiácidos o leche). Estos se unen con la tetraciclina en el tracto GI y causan una inadecuada absorción del fármaco. Un ejemplo del aumento de toxicidad puede verse en un paciente que toma un diurético y litio. El diurético puede aumentar el nivel de litio, causando una toxicidad del litio. Este efecto del fármaco es conocido como antagonismo.
Interaccion del fármaco con alimentos
Los alimentos contienen numerosas sustancias que pueden interaccionar con los fármacos, no sólo en el momento de la absorción sino también en su distribución, metabolismo y eliminación.
El proceso de absorción de un fármaco puede verse afectado por la ingesta concomitante de alimentos, ya que induce cambios importantes en el pH gástrico.
La velocidad de vaciamiento gástrico puede estar disminuida por algunos tipos de alimentos, comidas muy calientes o con alto contenido en grasa. Esta disminución del vaciamiento produce retraso en la absorción. Hay muchos medicamentos que ven reducida su absorción por la ingesta concomitante de alimentos, por ejemplo: amoxicilina, ampicilina, captopril, digoxina, doxiciclina, fenitoína, isoniazida, paracetamol, sulfonamida, entre otros.
Hay fármacos, cuya absorción y, por lo tanto, su biodisponibilidad aumentan cuando se administran junto con alimentos, por ejemplo ciclosporina, espironolactona, griseofulvina, ibuprofeno, itraconazol, nitrofurantoína, propanolol o tramadol.
Los alimentos ricos en tiramina (algunas conservas, maníes, vino, cerveza, chocolate, embutidos, hígado, levaduras, pescados secos, plátanos, quesos fermentados, yogurt, soya y sopas precocinadas) pueden producir crisis hipertensivas graves en los pacientes que están tomando antidepresivos IMAO y esta interacción puede producirse incluso dos semanas después de haber suspendido el tratamiento.
Las dietas hiperproteicas inducen un incremento del metabolismo oxidativo, por lo que pueden producir fenómenos de inducción enzimática con acortamiento de la vida media de eliminación de muchos fármacos. Por el contrario, las dietas pobres en proteínas pueden reducir el flujo renal con disminución del aclaramiento de creatinina y de numerosos fármacos, por lo que puede producirse una prolongación de sus efectos. En este sentido pueden actuar también las dietas vegetarianas.