El estado de salud de los adultos jóvenes suele ser bueno; los mecanismos de absorción, metabolismo y eliminación están a pleno rendimiento. No suele ser necesaria la prescripción de medicamentos, salvo que existan enfermedades crónicas como la diabetes, o trastornos inmunitarios. Los fármacos prescritos suelen ser anticonceptivos o los necesarios durante el embarazo, parto y puerperio. El cumplimiento terapéutico es bueno, ya que se comprenden perfecta mente los beneficios que se obtienen en cuanto a longevidad y bienestar.
El abuso de sustancias, es motivo de preocupación, ya que el uso de alcohol, tabaco, anfetaminas y drogas constituyen un problema. En adultos jóvenes sexualmente activos puede ser necesario el uso de medicamentos para el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual .